En un proceso de entrenamiento para paliar el dolor lumbar, el trabajo de la musculatura profunda abdominal y la estabilidad lumbopélvica es fundamental.
La definición simple de estabilidad del núcleo/ core consiste en la capacidad de crear movimiento en las extremidades superiores e inferiores sin movimientos compensatorios en la columna vertebral o pelvis, permitiendo, en el sentido más amplio, que las fuerzas se trasmitan desde el suelo a las articulaciones de la cadera, la columna y escapulotorácicas sin que se pierda energía.
Para ello, una base fundamental es el conocimiento de los patrones respiratorios, la refuncionalidad de los mismos en conjunto con una buena posición pélvica. Es decir, que está no esté antevertida ni retrovertida.
Factores como el estrés, el sedentarismo o movimientos repetitivos, ya sabemos que son causas directas de dolencias en la espalda derivada de una mala funcionalidad, tanto en patrones respiratorios como en la programación lumbo-abomino-pélvica.
Desde nuestra visión, los entrenamientos tendrán el siguiente protocolo:
Liberación miofascial.
Movilización en los tres planos.
Activación de la musculatura que pueda estar inhibida.
Patrones que reten a nuestro cuerpo para recuperar esa funcionalidad causante de dicha dolencia.
En conclusión: No es cuestión de moverse más -simplemente- sino de moverse mejor, reeducación postural global.
Caláis-Germain Blandine. La respiración. 2006
Stuart-McGill. El mecánico de la espalda. 2012