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Tendinopatía rotuliana – readaptación.

Es este post os contamos -de manera resumida- como enfocamos la readaptación de una tendinopatía rotuliana.

El objetivo en la recuperación de una tendinopatía rotuliana o de cualquier otra lesión de rodilla, es llegar a recuperar la actividad previa a la lesión; ya sea el famoso “return to play” (volver a jugar al padel, fútbol, baloncesto etc)  o simplemente salir a caminar.

El primer paso para enfocar cualquier recuperación siempre debe ser el conocimiento de la lesión, mecanismo lesional, así como saber qué ocurre en los tejidos lesionados. En este caso nos encontramos con una desorganización de las fibras de colágeno de los tenocitos (tendones), perdiendo su linealidad y este es uno de los puntos clave para afrontar la recuperación. 

“Trabaja el donut y deja el agujero”

Nuestros tendones tienen la capacidad de generar un engrosamiento (nuevas células) para suplir aquellas que no están siendo funcionales lo que nos lleva, aunque pueda parecer extraño, a que para optimizar la recuperación debemos centrarnos en la zona sana y olvidarnos de la dañada, ya que las posibilidades de recuperación de ésta son mínimas.

Una vez comprendido qué ocurre biológicamente, debemos analizar las causas que llevan a que se produzca la lesión. Es poco común que una lesión se produzca por un único desajuste, sino que comúnmente se debe a un proceso multifactorial que desencadena la lesión. Dentro de los factores que pueden provocar esta lesión encontramos factores psicológicos, biomecánicos, la carga de entrenamiento,…

Y AHORA ¿CÓMO PROCEDEMOS?

Partiendo del conocimiento de la lesión y la realización de una planificación adecuada, pasaremos a realizar el trabajo de recuperación de esta. De forma resumida, en la primera fase nos centraremos en un trabajo isométrico que nos ayude a generar analgesia a nivel tendinoso para poco a poco y en ausencia de dolor pasar a la siguiente fase dinámica. 

En esta segunda fase nos encontraremos con una barrera en la inhibición cortical del cuádriceps, por lo que la velocidad de ejecución deberá variar para evitar así ese bloqueo. Una vez asimilado el trabajo previo, pasaremos al trabajo en el cual el deportista observará en mayor medida los avances de la recuperación, ya que vamos a introducir el trabajo de estiramiento-acortamiento del músculo, este trabajo se introduce de modo muy progresivo comenzando con ejercicios muy sencillos como saltos a la comba, para poco a poco avanzar en introducir multisaltos o ejercicios de carrera.

Por último, se realizará el “return to play” o vuelta al deporte, en el que se reintroduce al deportista de nuevo en su deporte o en la actividad previa a la lesión. La duración de esta fase dependerá de los requerimientos específicos que tenga para el tendón, ya que aquellos deportes que requieren saltos generarán mayor tensión a nivel tendinoso.

TRABAJO COMPENSATORIO

Como complemento al trabajo enfocado a la recuperación del tendón, incluiremos en los entrenamientos ejercicios complementarios como puede ser trabajo abdominal, corrección postural, flexibilización,… Así al mismo tiempo que damos descanso al tendón aprovechamos para corregir errores o mejorar otros aspectos para potenciar el rendimiento deportivo y prevenir futuras lesiones.





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