En este post os vamos a hablar de la “polipíldora del ejercicio físico” y sus múltiples beneficios para prevenir enfermedades cardiovasculares.
En 2003 Wald y Law (BJM 326: 1419) acuñaron la denominación de “polipíldora” para referirse a la combinación de determinados fármacos que conseguían reducir en más del 80% las enfermedades cardiovasculares.
Este estudio muestra que la actividad física está asociada a la reducción de las tasas de mortalidad por todas las causas, de las enfermedades cardiovasculares (ECV), de la hipertensión, del ictus, del síndrome metabólico, de la diabetes de tipo 2, del cáncer de mama y de colon, de la depresión, etc.
Además cuando se comparan los beneficios de los fármacos con la actividad física, este último reporta iguales o mejores datos para diferentes problemas (triglicéridos, glucosa en sangre, tensión arterial, etc…), sin tener los efectos secundarios que nos generan dichos fármacos. Es decir, los beneficios del ejercicio pueden superar a los de los fármacos comunes si se tiene en cuenta que la polipíldora del ejercicio combina efectos preventivos, con escasas consecuencias adversas y a menor coste.
Por otro lado, el ejercicio, y especialmente la contracción muscular, es una fuente de numerosas moléculas similares a los fármacos con efectos beneficiosos en todas las edades. De hecho, ningún fármaco, ha sido eficaz para mantener la estructura y fuerza muscular, factor clave para mantener una vida independiente en todas las etapas, especialmente en edades avanzadas.
REFERENCIAS
Fiuza-Luces, C., Garatachea, N., Berger, N. A., & Lucia, A. (2013). Exercise is the real polypill. Physiology.