
En este post además de daros 7 tips trataremos de sacudir un poco los cimientos hacia un estilo de vida navideño más saludable.
1. ACOTA LA DURACIÓN DE LAS FIESTAS:
Hay gente que empieza con el turrón, los vinos y las quedadas navideñas en noviembre y no para hasta febrero. Podemos intentar poner una fecha objetivo, por ejemplo: desde la segunda semana de diciembre hasta que pase el día de Reyes. Evitemos dejarnos llevar y recuperar nuestra agencia lo antes posible.
2. HAZ EJERCICIO DE FUERZA
Como casi con toda probabilidad en estas fechas haremos una ingesta calórica y proteica superior al resto del año, podemos utilizarla a nuestro favor realizando ejercicios de fuerza para por lo menos ganar masa muscular., asumiendo de que es más fácil eso que adelgazar en esta época.
3. BUSCA ALTERNATIVAS EN EL OCIO.
Podemos quedar con nuestros seres queridos en otro contexto que no sea únicamente rodeadas de comida y vino. Piensa en planes diferentes que puedan funcionar: una ruta de senderismo mañanera en familia para luego ya sentarnos a comer juntos, la quedada de primos puede empezar en el rocódromo, la de los amigos de toda la vida tras una sesión de fotos en la playa, organízate para transmitir o recibir recetas tradicionales de tu familia y participar en los cocinados, y si puede ser, ¡que no solo sea repostería!
Y ya que estamos en la cocina, participa en alguna de las fases del festín: planificación, elaboración, limpieza… ¡no solo en la degustación!
4. ALIMÉNTATE DE COMPAÑÍA Y BÉBETE A TU FAMILIA Y AMIGOS.
Aprovecha para darle una vuelta al enfoque de las navidades tal y cómo las vivimos últimamente e intenta que sean un éxito a nivel de vínculos y no un fracaso nutricional.
5. CALIDAD FRENTE A CANTIDAD
Si has de aportar a la cena, elige algo de calidad, exótico, diferente, especial… aunque no sea tan abundante, en lugar de atiborrar la mesa de aperitivos malsanos, o acabar con chorrocientos postres.
En el aperitivo un truco es cambiar el piqui piqui al centro por raciones individuales para evitar empezar comiendo en exceso y llegar al segundo plato, que suele ser de mayor calidad nutricional, con algo de apetito. Cambiar los embutidos por patés vegetales, ensaladas, cremas, sopas o raciones de marisco hará de los aperitivos un momento más saludable y controlado.
En el postre: una buena idea es sustituir o simplemente no dar tanta presencia a los turrones, mazapanes o polvorones típicos de estas fechas por otras opciones también tradicionales más saludables, incorporando frutos secos, frutas desecadas o elaboraciones de frutas que ofrezcan alternativas. También puedes hacer una degustación de frutas exóticas para sorprender.
6. NAVIDADES INCLUSIVAS
Seguro que tenemos algún familiar o amistad que lleva una dieta diferente por el motivo que sea. Podemos sensibilizarnos y buscar opciones que se adapten a todas, seguro que también se puede disfrutar así. Podemos hacer entrantes vegetarianos, postres sin gluten, segundos con más especias y menos sal para que nuestras personas queridas veganas, sensibles al gluten o hipertensas disfruten con el resto.
7. Lo más importante: RELATIVIZA Y NO INTENTES HACER UNA NAVIDAD HEALTHY 100%
porque será difícil conseguirlo: intenta simplemente que sea más sana. Hay 364 días más en el año con tres comidas por día para hacerlo mejor.
¡Prioricemos no sentirnos culpables por estos excesos!
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