Menopausia inducida por tratamientos oncológicos: Estrategias para una transición saludable con fisioterapia, ejercicio y nutrición.
La menopausia inducida por tratamientos oncológicos puede dar lugar a síntomas que afectan considerablemente la calidad de vida de las mujeres. La extirpación quirúrgica de ovarios o la terapia hormonal pueden desencadenar sofocos, cambios de ánimo y aumentar el riesgo de osteoporosis. La elección del tratamiento varía según el tipo de cáncer y la respuesta del paciente.
Esta se suele dar en pacientes con cáncer de mama, ovario, útero (endometrio) y cérvix. Es importante destacar que no todos estos cánceres son hormonales ni todos los tratamientos inducen la menopausia. El enfoque terapéutico dependerá de factores individuales, como el tipo específico de cáncer, la presencia de receptores hormonales, la etapa del cáncer y otros factores clínicos.
Estrategias: Fisioterapia, ejercicio y nutrición:
El camino a través de la menopausia inducida por estos tratamientos puede ser un desafiante, pero existen estrategias multidisciplinares pueden hacerla más manejable. Desde la perspectiva del especialista en ejercicio, fisioterapia y nutrición, exploraremos cómo la combinación de fisioterapia, ejercicio y nutrición se convierte en una estrategia fundamental para enfrentar esta etapa.
La práctica regular de ejercicio desempeña un papel clave en la preservación de la salud ósea durante la menopausia inducida por tratamientos oncológicos. Ejercicios osteopénicos como el levantamiento de pesas y actividades de impacto moderado fortalecen los huesos, reduciendo así el riesgo de osteoporosis. La incorporación de estos ejercicios junto con una dieta rica en calcio y vitamina D es esencial para mantener la salud ósea.Además de sus beneficios físicos, el ejercicio alivia los síntomas menopáusicos. La liberación de endorfinas durante la actividad física mejora el estado de ánimo y disminuye la intensidad de los sofocos.
Durante la menopausia se pueden prevenir problemas como la incontinencia urinaria o la disfunción sexual y aquí es donde la fisioterapia especializada (pelviperineología) tiene una papel fundamental, con ejercicios específicos diseñados para mantener la correcta función del suelo pélvico son fundamentales para prevenir estas complicaciones.
La nutrición desempeña un papel vital en el bienestar de las mujeres que atraviesan la menopausia debido a tratamientos oncológicos, ayudando a contrarrestar los efectos secundarios, como la pérdida de masa muscular y ósea, así como a gestionar el aumento de peso. Además, una dieta bien estructurada puede contribuir a mantener la energía, mejorar la salud ósea y cardiovascular, y fortalecer el sistema inmunológico, aspectos fundamentales para la recuperación y la calidad de vida durante y después del tratamiento oncológico.
Conclusión: La menopausia activa y saludable.
Durante la menopausia inducida por tratamientos oncológicos, buscar asesoramiento especializado para adaptar el ejercicio a las necesidades individuales es esencial. La implementación de un plan integral que incluya fisioterapia, ejercicio adaptado y atención nutricional puede hacer que esta transición sea más llevadera y saludable ofreciendo beneficios significativos en la salud ósea, el bienestar emocional y la prevención de enfermedades.
Si eres paciente oncológica y el tratamiento te ha inducido la menopausia, estamos aquí para valorar tu casa individualmente y ayudarte!